lunes, 15 de abril de 2013

Tardes oscuras con lucidez de descripción abstracta

                                                       

                                                         “Si te amo no es por el destino, 
                                                  ni por las repetitivas veces que apareces. 
                                                      Si te amo es porque sin quererlo, 
                                                    sin buscarlo, te presentas sin tarjetas 
                                               y duermes en mis despiertos pensamientos. 
                                            Si te amo es porque no estas y aún así te amo”


                                                                                                         Abril 10, 2013


sábado, 9 de febrero de 2013

Invierno final


Doce inviernos por año cubrían el calendario degollando primaveras intrometidas que amablemente disfrazaban días soleados en palabras. Era invierno cuando era verano, era invierno todo el año.
Renuncie a las estaciones y me instale en el frío. Lejano, lluvioso, tembloroso. Cuarenta días y cuarenta noches sin un arca.
Sin previo aviso, como la muerte a la vida, como un caballo en Troya, como un te quiero en mudos de desilusión; de golpe e inesperado el invierno acabo, coincidentemente cuando te presentaste junto a mi.

domingo, 6 de enero de 2013

No necesitas



No necesitas callar, no necesitas hablar, no necesitas estar. No necesitas abrazar, no necesitas besar, no necesitas regalar. El prometer es compromiso y romperlo es dañino. Tu construyes donde no había nada y arrancaste la tempestad con una mirada, me dijiste “estoy” y todo pareció distinto. Ya no hubo pasado en el presente porque el futuro lo teñiste de color verdemar. 
No necesitas leer esto, no necesito adjuntar tu nombre para que sepas quien encaja en esta historia. Apareciste, sonreíste y fin de la historia, porque allí comenzó una nueva en donde solo necesitas existir, porque eso me pone feliz. 

martes, 2 de octubre de 2012

Sin banderas ni calendarios.



En épocas electorales surgen las diversas opciones que un candidato tiene para convencer a la ciudadanía de ser el quien asuma la responsabilidad política de la comuna que representa. ¿Su objetivo final? La no despreciable (o despreciable en algunos casos por ser la única forma de participar en la denominada democracia) acción de una raya que acerque al postulante al municipio. Pero tras ese proceso electoral, ¿Donde se ubica la ciudadanía? Lamentablemente bajo el amparo de la representatividad  tan cuestionada en la actualidad.
En reiterados años, desde el régimen militar hasta los gobiernos de la Concertación, nuestro sistema educacional excluyó paulatinamente de sus enseñanzas la educación cívica en donde el individuo comprende la función que debe cumplir dentro de la sociedad como un agente activo de cambio y no asumir de manera plena los cambios impuestos por sus gobernantes, desarrollando así un análisis crítico de la democracia presente. Es desde entonces que las generaciones dan un paso al costado entorno a los derechos y deberes que cargan siendo miembro base de la jerarquía política de una democracia.
En elecciones seria necesario evaluar esta situación, que los candidatos dejen de lado sus “campañas publicitarias” en busca de tan solo una raya  y que comiencen a desarrollar ideas que comprometan a la ciudadanía a ser miembros activos y constantes de los cambios necesarios que la ciudad requiere para su desarrollo integro.
Que la política no quede en manos de un puñado de ciudadanos sino que sea parte de la conciencia colectiva que responsablemente desarrolle los temas abordados en la comuna. Sin banderas ni calendarios se destapan las ideas y los debates.


miércoles, 12 de septiembre de 2012

La fiesta ajena en propia tierra.


Diez de la mañana; una “china” y un “huaso” pasean del brazo con miradas cómplices. La señorita con un murmullo oculto en un pañuelo logra una sonrisa de su acompañante mientras los aplausos de quienes los rodean van a la par con el sonido de una guitarra criolla.
“A mi no me gusta la cueca mamá, es tan fome la huea’ “, menciona un joven desencantado y mareado con los aplausos de los asistentes al acto folklórico. “Dan puras vueltas hueonas que no quedan en nada” agregó el joven, que definitivamente no se sienta a gusto. Y así sonaron cuatro canciones; doce vueltas y seis audífonos que vuelven a su lugar.
Atuendos en una perchera para dar rienda suelta a los jeans apretados a la cadera; las chupallas brillan en ausencia tras la presentación de los jockeys “NY”, mientras un polero neoyorquino camina rumbo al centro comercial a comprar dos “Big Mac” con doble queso. Si amigos, la fiesta de disfraces había terminado y todo volvía a la normalidad.
Y digo normalidad lamentablemente porque las tradiciones chilenas son tan ajenas que solo son recordadas cuando el calendario y las promociones de carne de grandes cadenas de supermercados nos recuerdan que estamos en Septiembre. ¿Nos sentimos cómodos teniendo estas costumbres chilenas o simplemente es el “merchandising patriótico” que nos conmueve y nos para los pelos?
No somos más que una mezcla de lo que no somos, esponjas de culturas ajenas que dominaron y desplazaron lo que eramos. Que en una fonda se escuche reggaeton, cumbias y axe moderno, no es casualidad.
Disfrute estos días como usted se acomode, pero no por amor a la patria y sus tradiciones, que de eso ya poco (nada) nos queda, una pena.


jueves, 2 de agosto de 2012

A golpes se aprende



Noche callada tras una intermitente lluvia, silencio reinante en una mente habladora que deja un mantel de dudas de una historia. Si el ahogar no sirve, el quemar, que es su antónimo, es la única alternativa. La ultima escapatoria para restaurar el desorden que reina en una habitación sin luz, por eso camine sin destino por lo sitios que pavimentaron un día.
La música de fondo era el viento y una canción sin nombre que clavaba como una daga en el pecho, más nada pude hacer cuando dejo de sonar. Mis repetitivos intentos no hacían más que empeorar todo, hasta que un golpe hizo revivir la armónica melodía.. parece que es cierto que “todo a golpes se arregla”, que sin dolor no hay lección y que una vez más la vida, con su dulce y agraz nos ponen sobre el piso y nos gritan en la cara: “Así son las cosas mijito”
Sin destino, con dolor, así quemaba las últimas historias mientras desde la otra esquina me pregunta dos almas perdidas: “Como podemos llegar a tal calle”. Es una ironía consultar a un joven sin destino la ruta de un lugar, más solo sé que esta noche camine y aprendí que la música debe seguir sea como sea, incluso con golpes que dejen perplejo el alma.

                                       3 sillas - Fotografía del álbum "Soledad".

martes, 31 de julio de 2012

Dios, sálvanos de las religiones.


Con dos padres nuestros se resuelve el mundo y se pavimenta el camino al nuevo Edén. Con dos años de diezmo se culmina un templo para prepararnos a una nueva remodelación para así  justificar los ingresos mensuales. Que el café no es bíblico, que se descansa un domingo y que los homosexuales no son dignos a los ojos de Dios culminando con que “todo lo divino se basa en amor”… que contradicción.
Curas pedófilos, conglomerados con una cruz en el pecho con anhelos de multiplicar su ambición. Que yo tengo la razón, que mi Dios y mis reglas son las apropiadas para combatir “el pecado del mundo”, medidas que limitan y nos anuncian que “todo empeorará” y que solo debemos someternos a este irrefutable destino lleno de pestes, injusticias y maldad. Siempre es el fin de los tiempo y los tiempos,  según los signos, ya se extinguieron; todo fue peor alguna vez.
Adoras a un Dios figurado en un templo y en una cruz, inclinas el rostro frente a él y en su ausencia, actúas de tal forma de justificar tu próxima confesión ante el representante de Dios en una edificación de rocas.
“Verbo, no sustantivo”: Sustantivo manipulado para lucrar, para justificar el actuar de poderosos, verbo ignorado a diario ¿Hasta dónde llegaremos con esto?
Cuando intentes orar, pídele a vuestro Dios que limpie su imagen deteriorada por la intolerancia de los dogmas religiosos y que actué a favor de la libertad y el porvenir beneficioso de una sociedad. Yo inclino mis palabras para decir: “Dios, sálvanos de las religiones, se verbo por el resto de los días, amén”.