jueves, 2 de agosto de 2012

A golpes se aprende



Noche callada tras una intermitente lluvia, silencio reinante en una mente habladora que deja un mantel de dudas de una historia. Si el ahogar no sirve, el quemar, que es su antónimo, es la única alternativa. La ultima escapatoria para restaurar el desorden que reina en una habitación sin luz, por eso camine sin destino por lo sitios que pavimentaron un día.
La música de fondo era el viento y una canción sin nombre que clavaba como una daga en el pecho, más nada pude hacer cuando dejo de sonar. Mis repetitivos intentos no hacían más que empeorar todo, hasta que un golpe hizo revivir la armónica melodía.. parece que es cierto que “todo a golpes se arregla”, que sin dolor no hay lección y que una vez más la vida, con su dulce y agraz nos ponen sobre el piso y nos gritan en la cara: “Así son las cosas mijito”
Sin destino, con dolor, así quemaba las últimas historias mientras desde la otra esquina me pregunta dos almas perdidas: “Como podemos llegar a tal calle”. Es una ironía consultar a un joven sin destino la ruta de un lugar, más solo sé que esta noche camine y aprendí que la música debe seguir sea como sea, incluso con golpes que dejen perplejo el alma.

                                       3 sillas - Fotografía del álbum "Soledad".

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