jueves, 14 de junio de 2012

Cárcel de Chillán: La niña fea de la fiesta.



Desde el 27 de febrero del 2010 que la cárcel de Chillán arde en fuego constantemente en relación a su ubicación dentro de la comuna y si bien es cierto, el tema en el municipio está sobre la mesa desde el año 2007, los sucesos post terremoto llevaron esta problemática a la opinión pública.
6 viviendas consumidas por el fuego, momentos de alta tensión para sus familias y el temor de la ciudadanía por la fuga de 260 reos fueron los detonantes para que comenzará fuertemente a cuestionarse la ubicación del centro penitenciario dentro de la ciudad.
Desde el 2007 diversos sectores de la provincia han sido mencionados para su traslado siendo los más renombrados: Colliguay, San Nicolás y el sector Trinidad ubicado camino a Yungay. ¿Los resultados de estas mociones?  Todas negativas, con oposición clara de la población en San Nicolás y Colliguay (este último con argumentos basados en el patrimonio cultural de Quinchamalí). Pero principalmente resalta el sector Trinidad debido a la arremetida del alcalde de Chillan Viejo, Felipe Aylwin, quien en una voltereta digna de un circense, cambió su postura con el argumento de inseguridad de los vecinos del sector y el temor que conlleva la cárcel de Chillán desde el 27F.
En resumen, el centro penitenciario es la niña fea de la fiesta de graduación. Nadie quiere bailar con ella, nadie la invita a un trago ni menos a una cita romántica a la luz de la velas. Es que pensando bien querido lector: ¿Qué ciudad, localidad o pueblo, querrá sentirse orgulloso de tener una cárcel en su patio trasero, lateral o delantero? Usando una lógica bastante simplona, podría decir que ninguna, si son las invitadas de piedra en todo lugar (basándonos en que el modelo carcelario de nuestro país es deficiente).
Colliguay, San Nicolás, Trinidad y ahora, Santa Clara ¿Cuál de ellas se vestirá de “Bella” para estar con nuestra “Bestia”? ¿Quién será la apasionada localidad que mirará con buenos ojos a nuestro rudo bloque de ladrillos? Entre tanta interrogante, de algo estamos seguros. La cárcel de Chillán debe emigrar del “centro” de nuestra ciudad porque el error ya lo cometimos y solo nos quedó la experiencia para que fuera el primer ladrillo de un nuevo centro penitenciario.

                                                        Cárcel de Chillán tras la fuga de reos el 27F

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